LA HABANA, Cuba, septiembre, 173.203.82.38 -Posiblemente sea el único disidente que se presente como candidato a las elecciones convocadas por el Consejo de Estado para el próximo 21 de septiembre. Julio Aleaga Pesant, de 52 años, publicista y periodista independiente, asiduo colaborador de Cubanet, contenderá por el cargo de Delegado de la Circunscripción en la barriada capitalina de El Vedado. Aleaga Pesant accedió a narrar algunos de sus planes, ideas y motivaciones.
Cubanet: ¿Por qué ha decidido postularse para el cargo de Delegado de su circunscripción?
Aleaga Peasant: Hay muchas vías para llegar a la democracia en Cuba. Yo considero que una de ellas es participar en las elecciones que organiza y controla el gobierno. Utilizando esos mecanismos, muy imperfectos por cierto, contribuimos a romper el muro de la intolerancia del partido único de los comunistas. Cuando los obligamos a contender con ideas distintas a las suyas propiciamos un cambio de mentalidad.
CN: ¿Existen precedentes de lo que intenta hacer? ¿Ha sido alguna vez electo un candidato verdaderamente independiente?
A.P: Esta es la segunda vez que participo. La primera, hace dos años y medio, fue una experiencia muy provechosa para mí. Aunque no me eligieron, pasé de ser el individuo a quien todos catalogaban en voz baja como “el disidente del barrio”, a ser “el ciudadano que quiere trabajar con la comunidad y para la comunidad”. Esa vez saqué dos votos, contra unos 120 o 150 y ninguna abstención. Hay que destacar que contender en mi barrio es doblemente difícil porque en el abundan los funcionarios comprometidos con el régimen. Sin embargo, lo más hermoso llegaría después, cuando las personas se me acercaban con saludos afectuosos, queriendo saber más de mí.
En 1989, en el municipio San Miguel del Padrón, se presentó como candidato independiente un doctor de apellido Bahamonde. Tres veces le manipularon los comicios para impedir que fuera electo por los votantes. Finalmente lo metieron en prisión, acusado por un delito de peligrosidad. Años después partió al exilio donde murió hace poco tiempo. Es un acontecimiento que no está escrito y debiera investigarse más y conocerse. Más recientemente, alrededor de una decena de candidatos independientes llevaron a cabo la iniciativa ciudadana denominada Candidatos por el Cambio. Todos los disidentes se postularon, aunque ninguno llegó al asiento de Delegado.
CN: ¿Quién es su contendiente en esta ocasión?
A.P: Mi contendiente es un hombre trabajador, serio, honesto y un excelente profesional. Labora en el Acuario Nacional, se apellida Lara y tiene 52 años. Tiene un buen desenvolvimiento en la comunidad. Es el mismo contrincante que en las elecciones pasada, por eso para mi este sufragio será más complejo que el anterior. Él entra a la política por un mandato de su partido comunista. Es un honor contender con él, y un gran desafío.
CN: ¿Qué propone Aleaga Pesant a los electores?
A.P: En mi circunscripción viven entre dos mil o tres mil votantes. La propuesta que le llevo es trabajar con ellos. Que encuentren en mí el apoyo sincero de un servidor público. Y sobre todo les propongo encontrar verdaderas alternativas de solución a los problemas comunitarios. Llevaré mi mensaje casa por casa, a cada uno de mis vecinos. No tengo compromisarios. Cuento solo con simpatizantes, los que no podrán dar su voto con libertad, porque seguramente habrá presión sobre ellos, en especial sobre los muchos funcionarios que viven a mi alrededor.
CN: ¿Cree realmente que, frente a la aplastante maquinaria de los comunistas, un delegado de circunscripción pueda, desde ese cargo, hacer algo por mejorar las cosas?
A.P: Los poderes reales de un delegado de circunscripción son mínimos. Pero, aun así, brindan ciertos mecanismos institucionales que, si fueran aprovechados por una mayoría de candidatos independientes (los que no comulgan con las directrices de “unanimidad” castrista), permitirían estructurar redes sociales y hablar de temas tan importantes como el obtener mayor influencia para los delegados de circunscripciones, planificar la modernización de nuestra sociedad, o ganar en autonomía económica para los municipios y las provincias, ya que la actual subordinación al Estado Central limita la capacidad de respuesta de los representantes municipales y provinciales. Pero para eso se necesita una participación masiva: son los grupos de golondrinas las que anuncia la primavera, no una sola golondrina”
CN: ¿Por qué hay tanta apatía en la población e inhibición de los líderes opositores ante esta idea?
A.P: La mayoría de los líderes pro democráticos opositores no percibe esta tentativa como un mecanismo capaz de accionar cambios favorables. No la ve como una plataforma de discusión y debates. Ni siquiera la siente como un entrenamiento democrático para lidiar contra el poder de los comunistas.
Por su parte, la población en general desconfía del sistema electoral. Nadie cree que votando por uno u otro candidato va a resolver el problema. Un ciclo de más de 70 años sin efectuar elecciones puramente participativas y libres ha destruido la cultura política nacional, cultura que hace a un pueblo comprender que las elecciones son parte esencial en la organización de la sociedad y de la gestión del buen gobierno. También influye en buena medida el pesimista y desbastador mensaje, difundido por décadas, de que “esto no hay quien lo tumbe, ni tampoco quien lo arregle, y por tanto no existe manera de cambiar democráticamente las cosas”.
Yo no me postulo para un puesto superior del gobierno porque no existe esa posibilidad. Es imposible proponer un candidato independiente para los curules de delegado municipal o provincial, y mucho menos para la Asamblea Nacional del Poder Popular. Las listas con ese tipo de candidatos bajan y suben con nombres y apellido de oficialistas. La Ley Electoral nada más permite llegar hasta Delegado de Circunscripción.
CN: ¿Qué haría el delegado Aleaga Pesant si fuese electo? ¿Abandonaría el periodismo independiente?
A.P: Si resulto electo Delegado continuaré con mi vida de periodista independiente e investigador. Apoyaré las buenas recomendaciones y contestaré las malas. Y eso sí, serviré a mi comunidad con responsabilidad, que es también una faena bien profesional, y requiere tiempo y energía para ayudar a los necesitados.